Hace ya un buen tiempo (mucho, muchísimo tiempo), que no escribía una reseña. Lo lamento por la larga ausencia, pero prometo estar más activo. Durante el medio año que no he actualizado el blog, he leído varios libros muy buenos, otros no tantos, pero decidí volver con el último que he leído: La hora azul, de un autor muy reconocido en Perú, Alonso Cueto.
Título: La hora azul
Autor: Alonso Cueto
Editorial: Planeta
Serie: Autores españoles e iberoamericanos (AE & I )
Año de publicación: 2012
Formato: Rústico con solapa
Páginas: 303
ISBN: 9786124070891
Sinopsis: El doctor Adrián Ormache es un abogado próspero que vive en una zona acomodada de Lima. Tiene un buen sueldo, un trabajo estable que le gusta y una familia encantadora. Al cuidado de su madre, su infancia también ha transcurrido sin problemas. Adrián sólo ha visto esporádicamente a su padre, de cuyas hazañas como oficial de la marina peruana había oído hablar. Tras su fallecimiento, descubre sin embargo que su padre estuvo a cargo de un cuartel en la zona de Ayacucho, durante la guerra de Sendero Luminoso. Gracias a ex subordinados suyos, se entera, además, de que ordenaba las sesiones de tortura y mandaba violar y ejecutar a las prisioneras. Pero en una ocasión su padre le perdonó la vida a una de ellas, que luego se escapó del cuartel. Cuando se entera de la existencia de esta misteriosa mujer, y a pesar de las advertencias y amenazas, Adrián se propone conocerla. Su obsesión por encontrarse con ella crece cuando obtiene unas fotos suyas.
Compré esta novela con la esperanza de conocer un poco más de una época de crisis en Perú: los años ochenta, dominados por el terrorismo y las fuerzas militares. Y terminé más que satisfecho.
Bien, desde la primera página la historia me impidió soltar el libro. La novela narra un fragmento de la vida de Adrián Ormache, un abogado de clase alta que descubre que su padre ―quien pertenecía a la Marina― fue un «héroe» en Ayacucho, durante la época terrorista, sino que en realidad había sido un hombre cruel, capaz de violar a mujeres inocentes. Y entre estas mujeres, una conquistó el corazón del oficial Ormache. Y luego logró escapar del comandante. La reacción de Adrián ante este hecho me fascinó: decide confrontar la realidad, y encontrar a aquella mujer.
Los personajes están perfectamente estructurados, y cada uno tiene un modo de hablar y una personalidad únicas. Ormache es un personaje muy realista, con una visión muy particular de la ciudad de Lima. Su esposa, Claudia, y sus hijas Alicia Lucía, a pesar de ser secundarios, fueron modelados con el talento innato del autor. Incluso la empleada de hogar, Justina, tiene una personalidad de múltiples dimensiones.
Con respecto al tema del terrorismo, es tomado con seguridad y gran base histórica. En las últimas páginas hay una «cronología de la violencia política», desde el año 1980 en adelante, y un mapa de las zonas narradas en la novela, lo que me permitió ubicarme mejor en el espacio de pequeños poblados de Ayacucho.
En una obra que recomendaría a cualquiera que quiera saber más sobre el grupo terrorista Sendero Luminoso, y la verdad sobre el accionar militar en el departamento de Ayacucho, durante los primeros años del terrorismo en Perú.
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